*****// HISTORIA CELESTIA VARACOLACI //*****

En 1955, una bebe nació como consecuencia de una violación. La madre de la niña, no queriendo saber nada de ella, la dejo en un orfanato. Esa institución era dirigida por monjas, y ellas nombraron a la pequeña: Celestina, por su cara tan angelical.

Mientras ella crecía, todos podían ver que era diferente. Celestina hablaba sola, y nadie entendía porque. Lo que no sabían era que Celestina tenía una voz en su cabeza que siempre estaba con ella; Celestina la llamaba “mi otra voz”. Nadie tampoco sabía que su otra voz le contaba algunas cosas del futuro, y estas siempre se cumplían.

Una vez, cuando Celestina tenía 17 años, su compañera de cuarto la escucho hablando sola diciendo que su maestra moriría en cinco días. Su compañera ya estaba acostumbrada a escucharla hablar con ella misma, así que no pensó nada de ello. Pero cuando se cumplió el plazo de los cinco días, la maestra murió. De inmediato, la compañera les dio aviso a sus superioras. Cuando se enteraron, las monjas pensaron que Celestina estaba metida en el satanismo y pensaron que estaba loca, así que llamaron al hospital mental St. Judas y la registraron.

Celestina estuvo cuatro años en un cuarto sola encerrada en ese hospital. Los doctores creían que estaba demasiado enferma para poder convivir con los demás. Pensaban que tenía un grave caso de esquizofrenia. Pero a Celestina no le importaba; a ella nunca le importo nada, lo cual la hacía peligrosa. Siempre tenía su otra voz para acompañarla.  

basada en la mascarada  linaje  Malkavian

En 1976, a los 21 años, Celestina noto que por primera vez en cuatro años, el enfermero que le llevaba sus medicamentos y su comida era uno diferente. Cuando ella le preguntó sobre esto, él le dijo que era nuevo y que habían transferido al antiguo enfermero a otra sección. Cuando lo vio, ella recordó una visión que tuvo de un cambio, y él estaba relacionado, pero no sabía que significaba. Su nombre era Leo.

Con el paso de las semanas, lo conoció más y más, y ella podía ver que era igual que ella; estaba completamente loco, pero entendía que lo habían aceptado por falta de trabajadores que se atrevieran a ser parte de los empleados del hospital.

El la llamaba Celestia, decía que su nombre era muy serio para su personalidad, y que Celestia le sentaba mejor. Ellos se llevaban muy bien, los dos siempre ansiaban estar juntos. Compartían sus deseos homicidas y desenfrenados gustos. Sabían que nadie podría contra una pareja tan fuerte.

Un día, cuando estaban hablando, Leo le confeso la verdad. Él fue enviado a buscar a la indicada para ser parte de su clan, los Malkavian. Él le dijo que, si ella aceptaba, esa misma noche la sacaría del hospital por la puerta de empleados a escondidas, y que la llevaría con su familia para llevar a cabo la iniciación. Celestina sintió como su vida llegaba a ese punto al que su otra voz siempre le dijo que llegaría. Ella acepto y se llevó a cabo el plan.
Ella no sabía que esperarse, no sabía en qué lugar vivía la familia, pero sabía que me acercaba; sentía una paz que la llenaba con cada paso que daba. Se pararon frente a un edificio que parecía abandonado y Celestia supo que había llegado.

Cuando entraron, vio que no era nada como se veía por fuera; tenía una sala y muchas puertas, todo con decoración antigua. Ahí le presentaron a varios miembros del clan y al padre. Directo fueron a un cuarto en el sótano donde se empezó la iniciación.
Leo dreno toda la sangre de Celestina, sentía como moría y perdía la poca humanidad que tenía; él le dio dos gotas de su sangre; con eso basto para que Celestina sintiera como era estar viva en la muerte. Todos se alegraron de tener a una nueva hermana.

Esa misma noche todos fueron a cazar alimento, pero esto era algo que normalmente hacían individualmente. Leo le dijo a Celestina que lo acompañara, para que viera como era hacerlo y para aprender.

Mientras caminaban por la oscura noche Leo no dudo en confesarle a Celestina la verdad: estaba enamorado de ella. Celestina brinco y brinco con una locura impresionante y le dijo que también sentía lo mismo. Desde ahí se convirtieron en una pareja. Una pareja de locos.

Pasó un tiempo antes de lo inevitable; Leo fue llamado para ayudar en la guerra contra el clan Sabbat, y ahí sufrió su destino: al estar peleando con un vampiro con muchas noches más que él, murió en batalla.

Cuando Celestina se enteró de esto, soltó la última gota de locura que tenía dentro. Celestina sabía que nunca amaría a nadie tanto como amó a su querido Leo. Pero con el tiempo  lo supero, no lo olvido, pero siguió adelante; ya no le importo nada, ni ella misma, y se volvió una de los vampiros más dementes y perturbados. Cambio su nombre a Celestia, como su amado solía llamarle. Y tal vez el ya no estaba, pero ella desarrolló la voz de Leo en su cabeza para acompañarla siempre, así lo tendría cerca por toda la eternidad.